Singapur, 10 jun (PL) El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y su homólogo de Corea del Norte, Kim Jong Un ya están en Singapur, ambos llegaron dos días antes de lo que devendrá en histórica cumbre.
La agenda de la esperada reunión aún se desconoce, sin embargo sobresale que el tema central será la desnuclearización de la península de Corea.
Aunque Estados Unidos es el gran productor de armas atómicas e incluso las usó en la Segunda Guerra Mundial contra Hiroshima y Nagasaki, en Japón, las sucesivas administraciones estadounidenses insisten en que Corea del Norte tiene que abandonar su programa nuclear.
Pyongyang -que enfatiza que el desarrollo de su fuerza militar nuclear sólo tiene carácter defensivo ante las vetustas amenazas de Estados Unidos y sus aliados- ha mostrado disposición a renunciar a su programa militar, aunque no de una sola vez.
Kim anunció el cese de los ensayos nucleares y de misiles de su país, así como el cierre de instalaciones de pruebas.
Tal como prometió, a finales de mayo pasado desmanteló el centro de ensayos nuclearas de Punggye-ri en el noreste del país, e invitó a varios periodistas a observar la operación.
«Como se ha comprobado la efectividad de las armas nucleares, no necesitamos llevar a cabo más ensayos nucleares o lanzamientos de prueba de los misiles de medio o largo alcance o de los misiles balísticos intercontinentales», dijo el mandatario norcoreano.
Para muchos, este paso es visto por muchos como esencial para avanzar hacia la paz de la península de Corea, al tiempo que respiran más tranquilos después de un año 2017 marcado por la amenaza de una escaramuza nuclear entre Estados Unidos y Corea del Norte.
Corea del Norte está enfrascada en desarrollar la economía de su país en beneficio del pueblo, el cual atraviesa dificultades por el permanente bloqueo y sanciones impuestas por el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas.
Tras cada prueba nuclear, el citado Consejo, aupado por Estados Unidos, emite un conjunto de sanciones que afecta sobremanera al pueblo del país asiático.
Algunas prohíben las exportaciones de bienes y servicios, incluso dicho Consejo decidió reducir drásticamente las importaciones de derivados del petróleo al país asiático.
Una comisión norcoreana para la Investigación de los Daños de las Sanciones, asegura que el objetivo de las medidas es suprimir el derecho a su subsistencia y desarrollo.
Afirma que en la realidad se viola el párrafo de la resolución del Consejo de Seguridad de la ONU que estipula que la campaña de medidas no afecte las actividades de cooperación humanitaria de los aparatos del organismo multilateral.
La comisión señala que Estados Unidos y sus seguidores bloquean totalmente las actividades económicas y comerciales normales de Corea del Norte y obstaculizan en todos los sentidos el cumplimiento de los proyectos de cooperación de las dependencias de la ONU en esa nación, incluidos los del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia y el Fondo de Población.
En la reunión del martes próximo entre Trump y Kim, estarán sobre la mesa de diálogo no solo el tema de la desnuclearización de Corea del Norte, sino también el de las sanciones.
Un acuerdo definitivo sobre ambos asuntos es difícil de concretar en un primer encuentro, pero al menos delineará el camino para una solución pacífica a una guerra donde priman más las amenzas que los enfrentamientos con armas, pero vigente desde hace casi 70 años.